Estenosis carotídea

Tus arterias carótidas son las dos arterias principales que transportan la sangre desde el corazón, pasando por el cuello y hasta el cerebro. Las arterias carótidas sanas son suaves y sin obstrucciones, lo que permite que la sangre fluya libremente hacia el cerebro, dándole oxígeno, glucosa y otros nutrientes que tus células cerebrales necesitan. Por lo general y con la edad, placa se acumula en las arterias carótidas, y está compuesta principalmente de grasa y colesterol. La placa hace que el interior de las arterias se estreche y las hace rígidas. Este proceso se conoce comúnmente como «endurecimiento de las arterias» o ateroesclerosis. La enfermedad de la arteria carótida se produce cuando las arterias carótidas se vuelven más estrechas o se obstruyen, creando el riesgo de que la placa llegue al cerebro y cause un derrame cerebral.

Síntomas

Es posible que no se tengan síntomas en las etapas tempranas de la enfermedad de la arteria carótida, y el derrame cerebral podría ser la primera señal de esta condición. 

Sin embargo, los derrames cerebrales por lo general tienen advertencias, conocidas como mini derrames cerebrales o ataques isquémicos transitorios (TIA, por sus siglas en inglés). 

Los síntomas de los mini derrames cerebrales son generalmente temporales, duran de unos minutos a unas pocas horas, y deben tratarse como emergencias médicas graves que requieren de un tratamiento inmediato porque son fuertes predictores de un futuro derrame cerebral. 

Algunos síntomas de derrames cerebrales o TIA pueden incluir: 

– Debilidad, entumecimiento u hormigueo en un lado del cuerpo 

– Incapacidad para controlar el movimiento de una parte del cuerpo 

– Pérdida de la visión o visión borrosa en uno o ambos ojos 

– Incapacidad para hablar claramente 

– Dificultad para hablar o entender lo que otros dicen

Causas y factores de riesgo

  • Edad
  • Presión arterial alta 
  • Diabetes 
  • Fumar 
  • Colesterol alto 
  • Obesidad 
  • Falta de ejercicio 
  • Historial familiar de endurecimiento de las arterias y/o apoplejías

Diagnóstico

Si tu médico sospecha de la enfermedad de la arteria carótida, ésta puede confirmarse mediante un examen de ultrasonido dúplex no invasivo. La ecografía también puede mostrar lo grave que es la enfermedad. Si sientes síntomas de un mini derrame cerebral (página anterior), busca atención médica de inmediato. Luego, tu médico puede pedirte que consultes a un especialista vascular ya que está altamente capacitado en todos los tipos de procedimientos vasculares.

Tratamientos

Según la gravedad de tu condición, las opciones de tratamiento pueden incluir cambios en el estilo de vida, medicamentos o procedimientos como la endarterectomía carotídea (limpieza de la placa con cirugía) o, en casos puntuales, la colocación de un stent en la arteria carótida. Algunos pacientes se benefician de esta operación, incluso si no presentan síntomas basados en la esperanza de vida y el grado de estrechamiento.